No me la cuentes que te aburrís... Nunca hubo tanto entretenimiento al servicio de matar el tiempo que hoy, que justamente lo que falta es tiempo.
Basta con arrimarse a mirar un poquito cómo era la vida de nuestro padres y abuelos. Los más grandes, de pura suerte, alcanzaron a conocer las revistas (todo un evento cultural en los '50/'60). No, no hablo del teatro de revista; hablo de las de papel con dibujitos (una foto era mucho pedir). Y la radio, todo un hit!!
Nuestro viejos ya conocieron la TV, a la que nos enchufaron de muy babies para que no jodieramos. Y bueno, eso era progre por entonces. Ahí empezo este daño que hoy se llena de i-pods, celulares juguetones, videojuegos en red y demás fascinantes opios.
Lo más triste (y paradójico) de todo ésto es que, mientras los abuelos -que no tenían ni radio portatil para afrontar el viaje al laburo- no se aburrían nunca, sus nietos repiten hasta el hartazgo la insolente frase: "No sé que hacer... Estoy aburrido/a". Sobre todo si donde están no hay, ni dibujada, una computadora.
Esta Generación E nació con el entretenimiento. Chupó Tele antes que Teta. Los de hoy, los que no tienen más de 5 años, ya han vapuleado teclados de computadoras antes de llevarse por sí solos la cuchara a la boca.
Es así, amigos E, el entretenimiento los hizo aburridos; e-mbolados eternos. E-dependientes, lo que no sólo significa dependientes de la electrónica (quién no lo es hoy día) sino del Entretenimiento constante.
A ver si aprendemos a aburrirnos un poco. Digo, mirando por la ventana y pensando boludeces un rato por ejemplo. Desenchufándonos del mp3 y dejándonos seducir un poco por los vaivenes de los balcones que dan a la calle por donde está atravesando nuestro colectivo. Mirar. Mirarle los pies a la gente que pasa junto a la mesa del bar donde estás esperándolo/la a él/ella. Reirnos un poco solos no está tan mal, tampoco.
Busquémosle un remedio a tanto aburrimiento adictivo. Para que la tuya y la de los que vienen no sea una Generación E de "enfermos", sino de Entusiastas.
Hasta más vernos.