bUsCaR (en este blog ó en internet)

30 agosto 2009

OjO aL mAtE dAdO eN lA mAnO


Qué lindo que es charlar con alguien mate por medio.

Mi primera experiencia con el mate está relacionada con el amor.

Yo no tomaba mate. En mi casa casi no se tomaba y además, mis padres no estaban casi así que yo me la pasaba con compañeros en un colegio medio pupilo o con amigos donde tampoco era comun que invitaran con un mate.

Pero un día conocí a alguien que se tomó la atribución de venirse por las mañanas a prepararme unos buenos mates munida de cuernitos de grasa. Y entonces, casi sin querer pero por quererla, me hice fanático del mate.

De esto no me di cuenta hasta varios años despues. Yo no sabía por qué yo podía tomar tanto mate, más que la mayoría. Hasta que me rencontré con la maestra que me enseñara ese hermoso hábito. Y me di cuenta que yo me comportaba igual que ella con respecto al mate. Ella podía tomarse tres termos seguidos, cosa que nadie más que yo hace, lo que me da la pauta de que ha sido ella la que me inculcó este vicio.

Y claro, nuestras charlas duraban mañanas y tardes enteras.

Con el tiempo entendí, por esta y otras experiencias, que en mí el mate se relaciona con el amor.

Esto, que es bastante complicado, ha hecho que ese gesto de compartir una pequeña vasija con hierba seca dentro y agua tibia se haya transformado en un acto de amor para mí; algo sin precio.

Hasta recuerdo, si se me permite, haberme enamorado de alguien que me convidaba mate a diario en el trabajo. Claro, ella qué podía saber del poder de esa pócima en mi verde corazón.

Hoy por hoy, no veo mejor momento de día que ese que se puede dar con alguien mate por medio, aun si se tratase de alguien que no necesariamente amamos. Creo que el mate compartido trae esa charla negada por tanto apuro; y esa charla con ese mate trae el amor de amigos, de vecinos, de compañeros... Y quizás el amor que engendre.

Hasta luego, voy a tomarme unos mates...