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15 septiembre 2008

uN OjO aL aMoR qUe nO dA


Y... alguna vez tenía que hablar del amor. Tenía que ser.

Actividad u oficio en la que me considero poco menos que un experto, debo reconocer que tiene esto su particularidad, a saber:

El experto en amor es el que más ha fracasado.

Paradoja? No sé. Ya veremos al final de esta entrada si es así o no.

Para arrancar, diré que esto que llamamos en occidente "amor" es una construcción más o menos masoquista que pugna por empujarnos a abismos de necesidad, compulsión, felicidad incierta y desmesurada y, por último, deseo de asesinar al ser amado.

O sea que de "amor", poco. Porque "amor", segun libros como La Biblia, por ejemplo, es "darse".

Porque resulta que hemos estado contaminando esa idea de amor con novelas románticas de corte trágico desde el renacimiento, las que, si bien resultan muy atractivas al lector (hoy día también televidente) no tienen en cuenta que, como diría Victor Hugo, que "la Vida imita al Arte".

Verdad de las verdades, los occidentales hemos venido confundiendo dolor con amor, cosa que Freud ha calificado como "relación amor-odio", en opinión de él "inevitable".

Y siguiendo con Sigmund y sus antagonistas / secuaces, hay un elemento que no se debe subestimar, y eso es la adrenalina sexual.

Pues es que la "pelea" es inherente al encuentro sexual, y funciona como disparador de la pasión: en el mundo animal los cachorros juegan a morderse para prepararse para la conquista de la hembra cuando llegue la adultez; de hecho, las hembras del mundo animal suelen pelear al macho para constatar su aptitud fisica para asegurar una perfecta descendencia. El macho viejo no puede seguirles el tren, digamos.

Y volviendo a la pelea cuerpo a cuerpo, esas disputas explosivas en las parejas tienen como objetivo sacarlas de la rutina y llevarlas a un terreno más "animal", donde la pasión prime sobre el pragmático tedio del día a día. Así también, es una forma de chequear que el macho o hembra están todavía aptos (en este caso más psicologica-espiritualmente que físicamente, Viagra mediante).

En otras palabras, muchas veces peleamos hombre contra mujer / mujer contra hombre para llamarle la atención al otro y/ó testear si todavía está interesado. Porque en una pareja de años, qué hay más dulce que las reconciliaciones? Si seremos perversos, eh!!

Sin embargo, en Oriente el amor se basa en otros conceptos mucho menos pasionales, porque desde ya que NO se confunde sexo con amor (otro grave error romántico, digámoslo!!!).
Entonces, no es necesaria esa adrenalina (que se consigue en otra parte quizás) para mantenerse junto al ser amado: El amor en Oriente es más bien equlibrio (igualmente puede fallar, diría Tu Sam).

Y este punto es clave para entender las dos fuerzas en juego: Amor vs Egoísmo.

Mientras que si del amor depende el sexo yo me aseguraré de enajenarlo para mí, cuando van por carriles separados sólo me dedicaré a cuidar de mi amor sin posesividad, ya que es un sentimiento menos mezquino no habiendo nada que enajenar.

Y cómo no odiar al ser amado, a ese que queremos poseer y es imposible por ser externo, otro... qué deberíamos hacer? comérnoslo como hizo ese chino en Paris con su amante?

Pero claro, cómo explicarle a mi amigo que el hecho de que su mujer se acueste con otro no sería tan grave si ella, para hacerlo, no se armara la ficción de que está "enamorada" y simplemente se hubiera tirado una cana al aire antes de volver a casa? Así es, él la quiere para él solito, por eso ella se buscó otro. A causa, consecuencia.

Porque la verdad verdadera es que nadie quiere ser castrado, a menos que lo elija por sí mismo.

"If you love somebody, set them free" (Si amas a alguien, déjalo libre...) dice la canción de Sting.

Tan libre como para qué? es la pregunta...

That is the question...